Triana tiene
un sueño,
luz soñadora
luz soñadora
que ilumina
una Estrella
Madre y
Señora.
Sueña Triana,
Sueña Triana,
¡y ese sueño
es la Estrella
de la
mañana!
Triana tiene un sueño,
Triana tiene un sueño,
sueño
trianero,
que brilla
en San Jacinto
como un
lucero.
Y al Altozano,
Y al Altozano,
¡al verla,
le parece
que está
soñando!
Triana tiene
un sueño,
y sueña el
puente
su Estrella
Coronada
por la
corriente.
Llora la
Estrella,
¡y Triana y su río
¡y Triana y su río
lloran con
Ella!
Ignacio Montaño Jiménez - Pregón de la Semana Santa de Sevilla - 1997.
¡Qué corta
se hace la calle,
la calle de Alfonso XII!
la calle de Alfonso XII!
¡Qué corta
cuándo Ella pasa,
delirio de
los balcones
y la Virgen
como un barco
echa lastre
en los relojes,
y se mece
despacito,
porque los
seises aromen
la bulla
como de cuadro
donde todos
se conocen
buscando
entre los tesoros
tiaras que
la coronen!
Bellver te
sueña en su casa,
Murillo a
pintar se pone,
y el Museo,
estremecido,
busca un
cómo, un cuándo, un dónde
adquirirte
para siempre
sin
préstamos ni cesiones.
(...)
Francisco Javier Segura Márquez - Pregón de la Semana Santa de Sevilla - 2013.
Qué Sola estaba la Virgen
esa tarde en San Lorenzo...
la Virgen estaba Sola
y yo le tiraba besos,
estaba sola la luz
que inundaba los adentros,
sólo el hierro de las rejas
y los óleos en el lienzo
sólo se escuchaban trinos
de gorrión, y jaleo
de chiquillos en la Plaza
más grande del Universo.
Sola estaba Su Mirada
solo Su Color Moreno;
Sola estaba con San Juan,
conmigo y con mis anhelos.
Solo Su Manto bordado
sus hilos y terciopelo
el palio juanmanuelino,
el palio juanmanuelino,
los borlones y sus flecos.
Estaba sola la cera
y solos los candeleros,
los candelabros de cola
y sus codales enteros.
Un Miércoles de Pasión
no había nada en San Lorenzo...
(...)
(...)
Rafael de Gabriel García - Pregón de la Semana Santa de Sevilla - 2004.
Siempre con sangre en las manos,
siempre por desenclavar,
no se morirá jamás
no se morirá jamás
nuestro Cachorro expirando.
Porque sabe a eternidad
su corazón solitario.
Porque se enreda al sudario
la muerte que viene y va.
Porque su pecho es milagro,
coraza de batallar.
Porque no tiene final
tanto amor apasionado.
Porque Dios hizo el Calvario
para esperar algo más.
Qué corto es el Viernes Santo,
qué largo es agonizar,
qué lejos se echa a volar
junto a cada sevillano:
cada alma un candelabro,
cada mirada un cirial.
El luto pierde la edad
y cubre el negro de blanco,
y a la gente de su barrio,
la capa le va nevando
la noche de su antifaz.
Porque Dios se hace regazo
más que triste funeral,
se hace madre, se hace abrazo,
se hace luz sacramental,
se hace voz del que no está,
retrato de Dios verdad
con perfil de ser humano.
¡Ay Cristo crucificado!
por no morirte jamás
-aunque te sangren las manos-
consigues que en ti veamos,
Cachorro siempre inmortal,
no al del madero enclavado
sino al que anduvo en la mar.
Francisco J. Vázquez Perea - Pregón de la Semana Santa de Sevilla - 2003.
No hay comentarios:
Publicar un comentario