(...)
Por San
Martín, la Lanzada;
por
Trinidad, el Decreto,
las Cinco
Llagas, Don Bosco,
la Concepción...
Y el salterio
que no roza
por la ojiva.
Y el dogma.
Y el fundamento
que empuña
espada y defiende
azahares en
el Silencio.
Con la Cruz
al Hombro va,
en trece
amargos momentos,
haciendo su
vía crucis
-¡tan
distinto!- el mismo Preso,
que en el
Gran Poder culmina
la obra de
Dios verdadero
y en Pasión
se dulcifica
como si
pesara menos
la Cruz,
arado de gracia
sin escollos
timoneros.
Si Tres
Caídas son muchas
hay que
añadir al madero
la
limitación que expresan
las manos
del Cirineo.
Por calle
Imagen avanza
de cuatro
hachones en medio
un Cristo
que muerto dice
que no es de
Burgos su Reino.
Y la Virgen
de las Lágrimas,
nunca con
los ojos secos,
nos bautiza
con un llanto
que no cabe
en su pañuelo,
mientras en
su Exaltación
el Hijo ve
el firmamento
que promete
en Montserrat
con el Buen
Ladrón converso.
(...)
Joaquín Caro Romero - Pregón de la Semana Santa de Sevilla - 2000.
La luz de un
temblor suicida
entre la piedra y la plata
y el corazón que delata
entre la piedra y la plata
y el corazón que delata
la emoción
más contenida.
¡Por dónde
cabe la vida
en esta gris
crestería
que no
admite travesía
que supere
sus umbrales,
aunque
traiga los avales
de nuestra
Virgen María!
Piedra y
plata, desafío
al jaque
mate de un pulso.
El hombro
toma el impulso
y siente un
escalofrío.
La gracia
del albedrío
se somete a
disciplina,
y cuando el
aire imagina
victoria de
arquitectura
surge de la
iglesia oscura
la flor de
una bambalina.
Burlada la
piedra, el paso
recupera su
perfil
y estrena,
al cielo de abril,
un gloria de
sol y raso.
¿Quién
sostiene este traspaso,
este amparo
verdadero?
¿Qué
esfuerzo limpio y sincero
siembra en
el aire su flor,
sino el hombro y el
amor
de un corazón costalero?
Flor del
amparo incorpora
el jardín de San Esteban
que los costaleros llevan
la mejor
amparadora.
Ampara Nuestra
Señora
la plegaria y el anhelo
del dolor
que se abre al vuelo
en chicotás
penitentes.
¡Todos por igual! ¡Valientes!
¡Al cielo con Ella! ¡Al cielo!
Ignacio Montaño Jiménez - Pregón de la Semana Santa de Sevilla - 1997.
Dios pone en su documento:
"Soy natural de Sevilla,
vecino de San Lorenzo".
Su carné de identidad
es una color antigua
que le han gastao de rezar,
y un andar que es como humano
de este Señor sevillano
con su túnica morá...
Que va cargando la suerte,
echando la Zancá alante,
el Vencedor de la Muerte.
Pues dice el mismo papel:
"Mi oficio es salvar al mundo
y mi nombre, Gran Poder".
"Soy natural de Sevilla,
vecino de San Lorenzo".
Su carné de identidad
es una color antigua
que le han gastao de rezar,
y un andar que es como humano
de este Señor sevillano
con su túnica morá...
Que va cargando la suerte,
echando la Zancá alante,
el Vencedor de la Muerte.
Pues dice el mismo papel:
"Mi oficio es salvar al mundo
y mi nombre, Gran Poder".
Antonio Burgos - Pregón de la Semana Santa de Sevilla - 2008.
Dijo la voz
pinturera
“Yeli, yeli”
en poesía
sin saber que subiría
sin saber que subiría
a este
atril, y en él me viera.
Mas cuando
vi, postinera
la ocasión,
mi verso altivo
frenó al
galope su estribo
con
castellano ademán
y entre Sol
y San Román
vino a
dejarme cautivo.
Encerrarme
con seis miuras
en esta
Maestranza quiero,
para ser ya
pregonero
del gozo que
prefiguras
dejando en
tus sienes puras
una corona
real
y en el
ruedo virginal
de tu
vientre inmaculado
tiro un
capote anudado
de crespón y
de percal.
Que lo
prenda Bejarano
del óvalo de
tu talle,
y sea
cascada en el Valle
del Albaicín
sevillano
y tenga el
sol casi humano
celos de
tanto esplendor,
y enrojezca
en el rubor
de tus
mejillas saladas,
y las deje
acariciadas
de
amarillento fulgor.
Angustiado
evangeliario
cantado por
bulerías,
calladamente
me envías
volviendo a la Puerta Osario.
(...)
Francisco Javier Segura Márquez - Pregón de la Semana Santa de Sevilla - 2013.
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