miércoles, 26 de marzo de 2014

SEMANA SANTA EN ... LA POESÍA (26 de marzo)



He de rezarte una Salve y no sé el modo
capaz de poner a tus plantas tanta vida

como corre por mi sangre agradecida,

caudal de amor que en tu vientre desemboco.

Sentir tu barrio soñando cada esquina

en la inmensa primavera de tu rostro,

y cruzando mi mirada con tus ojos

volver de nuevo a aquella tarde herida:

peso de ángel tu ser sobre mis hombros,

peso frágil de nido y niña tu barbilla.

Tengo que rezarte una Salve y no sé cómo,

queriendo a tu memoria rescatarle

la huella más remota, los más viejos rescoldos

de mi historia y mi raiz sobre tus calles.

Y te hallo atenta, amor, cuando te imploro,

a ese ayer de mi gente en tu paisaje.

Porque mejor que una salve... es una nana,

pues te encuentro en el origen de mi gozo,

en mi antiguo parentesco con Santa Ana,

en la madre a la que rezan mis piropos,

en el aire que lleva tu nombre: Esperanza

y en la cuna de donde venimos: Triana

Francisco J. Vázquez Perea - Pregón de la Semana Santa de Sevilla - 2003.



No sé con qué está más guapa
la Esperanza Macarena, 
si con el manto granate, 
el de malla o el de hebrea,
el negro o el de tisú,
el blanco, el verde botella
o el que en terciopelo verde
bordara Esperanza Elena
para aquel glorioso mayo
de coronación y fiesta.
No sé con qué está más guapa
la Esperanza Macarena,
si con saya de volantes
o saya azul de princesa,
o saya de eucaristía,
o saya como bandera
hecha con tela de novia
y taleguilla torera.
Con medallas y rosarios
el cristal y el mármol sueñan
con latines en el coro,
incensarios y navetas.
El alfiler y el espejo
y el peine con que se peina
se están preguntando siempre
cómo está más guapa Ella:
si en el camarín mirando
al que la mira y le reza,
o entre la jardinería
de su paso en primavera,
o bajando a recibirnos
en el besamanos puesta.
No sé cómo está más guapa
la Esperanza Macarena,
si un sábado por la tarde
o un domingo de cuaresma,
si en la Madrugada grande
por la calle Anchalaferia
con fajín de general
aunque no estuvo en la guerra,
o cuando suena la Salve
en la Basílica llena.
Se va un siglo y viene otro,
pero Ella siempre se queda.
Y nosotros preguntando
con qué está más guapa Ella.
Y nadie sabe decirlo,
ni aproximarse siquiera
al concepto, a la medida,
al gusto y al teorema,
que todo lo que se pone
lleva su hermosura impresa.
Y vuelve loca a Sevilla
y con Sevilla, al planeta,
que la locura a su lado
es locura sin fronteras
y sabe que a la Esperanza
no hay nadie que no la quiera.
Se va un siglo y viene otro,
pero Ella siempre se queda.
Y nosotros preguntando
y soñando con la Reina
Madre de los macarenos
un sueño de madreperla,
un sueño de guardabrisa,
de entrevarales y cera;
un sueño de amor y gloria,
un sueño de cielo y tierra,
un sueño de Madrugada
cogido a la manigueta,
un sueño de avemaría
dentro de la parihuela.
Sé que si la sueño yo
es porque todos la sueñan,
como la soñó José
camino de Talavera,
como Muñoz y Pabón,
como Rodríguez Ojeda
o Inmaculada Rodríguez,
que le puso en la cabeza
todo el oro de los ángeles
que Sor Ángela fundiera.
Se va un siglo y viene otro,
pero Ella siempre se queda,
que alumbró hace dos mil años
al Señor de la Sentencia
y parece que fue ayer
el parto de la azucena.
Y ya en el año 2000,
con dos mil locuras nuevas,
que la lengua no se cansa
de pregonar su belleza,
sigo diciendo lo mismo,
lo que otros antes dijeran
y lo que dirán también
los que mañana la vean:
¡No sé cómo está más guapa
la Esperanza Macarena!. 
Joaquín Caro Romero - Pregón de la Semana Santa de Sevilla - 2000.



Te vi llorar Madre mía

pero tu llanto no era
el de cada primavera.
¡Tú llorabas de alegría!
y al pasear aquel día
entre la gente sencilla
un rubor en tus mejillas
los piropos dibujaron.
Los jóvenes se asombraron
¡Como te quiere Sevilla!
Te quiere con bambalinas
con tu manto y tu corona
y con la cera que aroma
tu mirada cristalina.
Que tu carita divina
no es de gozo, que es de llanto
te quiere un Miércoles Santo
con la gracia que destilas
cuando sales desde Orfila
bajo el cielo de tu palio.

Ignacio José Pérez Franco - Pregón de la Semana Santa de Sevilla - 2012.



Yo vengo a decirte, Estrella,


lo que decirte esperaba,
cuando ayudaba a vestirte,
cuando a tu altar te llevaran.
Deja que te diga Reina,
¡Emperatriz Soberana!
¡Dueña del Cielo y la Tierra!
¡Dolorida Adelantada!,
¡Lo más parecido al cielo
que en el mundo se encontrara!
Déjame decirte sombra
del ficus que te abrazaba
al salir de San Jacinto.
¡Valiente siempre y galana!
Déjame decirte río,
Guadalquivir de agua clara,
corriente que vuelve siempre
sin Sanlúcar ni Bonanza,
caudal que nunca termina
de bendición por tu causa.
Déjame decirte Estrella,
déjame decirte lámpara,
que arde con el aceite
que saco de la almazara
de moler mi corazón
con la intención de que salga
siempre limpia para ti
la oración y la plegaria. 



Francisco Javier Segura Márquez - Pregón de la Semana Santa de Sevilla - 2013.


No hay comentarios: