miércoles, 19 de marzo de 2014

SEMANA SANTA EN ... LA POESÍA (19 de marzo)



Porque quiero, porque quiero
en calle Santo Tomás
me siento baratillero.
Azules se desparraman
mis recuerdos infantiles. 
Azules tirando a añiles 
que en mi mente se amalgaman.
Los cirios como en techumbre
amontonando la lumbre
y yo que contarlos quiero
y tú acercándote vas...
y en calle Santo Tomás
me siento baratillero.
¡Los ciriales, los ciriales!
y alguien que me coge en brazos
y yo dibujo retazos
de brisa en mis lagrimales
cuando la emoción estalla
recortando en la muralla
inri, escalera y madero
y aún sin saber qué me das
en calle Santo Tomás
me siento baratillero.
La Piedad que me enamora
sudario sobre la piel,
delirio, panal de miel
que es mi sufriente Pastora.
Su mano en el cuerpo muerto,
ceguera que ha descubierto
palpando el dolor primero
primero entre los demás
mientras en Santo Tomás
me siento baratillero.
(...)

Francisco Javier Segura Márquez - Pregón de la Semana Santa de Sevilla - 2013. 





(...)
¿De qué me sirve rezarte
si luego rezo y te engaño
y no le doy cada día 
pan a los desheredados?
¡Que no! ¡Que no tengo suelto!
¡Que no! ¡Que no puedo dártelo!
Gran Poder de los hambrientos, 
Gran Poder de los avaros,
Gran Poder de los que piden
echarse a la boca algo,
Gran Poder de los que sufren
con la tragedia del paro,
Jesús de los comedores
donde el vecino de al lado,
espera a que tú preguntes
qué problema están pasando.
No sé cuándo, Padre mío,
volveremos a encontrarnos,
carne viva, tu madera,
zancada viva, tú andando.
Yo iré como los mendigos,
quizás pasarás de largo.
y nosotros, Gran Poder
siquiera nos detengamos.
Déjame escucharte a ti
y atenderte y darte abrazos,
y mirarte en esos ojos
que lloran sin consolarlos.
Que no tema las heridas
ni rostros desfigurados,
ni cuerpos desvencijados
por el fragor de sus vidas.
Que no busque yo escondidas
calles para no encontrarte
y que no vuelva a ignorarte
Gran Poder de Dios hambriento.
Que seas vivo el monumento
donde venga a acompañarte.
Mi pan, tu pan y mi vino,
tu vino, y mi plato el tuyo.
Que antes lo mío sea suyo
y en ellos ser, mi destino.
Así no desencamino
mi compromiso cristiano.
Así no pierdo, así gano,
la crisis la lleva clara
¡No voy a volver la cara 
cuando me tiendas tu mano! 

Francisco Javier Segura Márquez - Pregón de la Semana Santa de Sevilla - 2013.





La Virgen de los Gitanos,
pisa ya la madrugada.

La noche se ha puesto un traje
de cola morado y grana,
los luceros se han sentido,
flamencos de pura raza,
y hay un revuelo de ángeles
que corren y ríen y cantan...

La Virgen de los gitanos,
viene con saya esmeralda.

Hay un rumor de sorpresa
por esquinas encaladas,
una ansia de cante grande
vibrando por la garganta,
y un vaho de muerta alegría
en lágrimas congeladas.

La Virgen de los Gitanos,
viene adivinando el alba.

Cada varal se arrodilla
ante el peso de su gracia,
cada clavel le suspira
por perfumar su arrogancia,
el cirio, es un corazón
que se consume entre llamas,
la saeta, una oración
prendida en la Noche Santa,
y cada pecho, un clamor
para la Virgen Gitana.

La Virgen de las Angustias,
viene, pero nunca pasa.
(...)

Antonio Rodríguez Buzón - Pregón de la Semana Santa de Sevilla - 1956. 



(...)
Y al llegar la Madrugá,
más movimiento de tropa
con los hombres de la berza,
del pescao y de la recova.
Vienen de la Encarnación
y son donantes de rosas.
El agua para Pilato,
la sed para Claudia Prócula.
Todo en el aire lo dice,
que todo está en la memoria,
en el suelo que pisamos
y en la cruz que da su sombra.
Sin saber dónde comienza
Sevilla o acaba Roma.
Pero Sevilla lo explica
de cincuenta y nueve formas,
que es en todas las esquinas
de su pasado la copia.
Sevilla lo expresa así,
de penitente y anónima,
o con penacho de plumas,
coraza, rodela y gola.
Y así propaga su fe
y santifica su historia,
dándole al César lo suyo
y a Dios lo que más importa,
con el cirio en una mano
y el Evangelio en la otra. 

Joaquín Caro Romero - Pregón de la Semana Santa de Sevilla - 2000.

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