lunes, 3 de noviembre de 2014

RESPUESTA - 3 de noviembre - PASEANDO POR SEVILLA

Durante los siglos XVI y XVII se hizo habitual entre los artistas de toda Europa la representación en pinturas, grabados y esculturas de un tema tan singular como macabro: niños pequeños acompañados de calaveras. Simplemente es un recordatorio de la fragilidad de la vida y la inevitabilidad de la muerte, haciendo hincapié en la idea de que la muerte nos acompaña desde el nacimiento, como indican estos "Nascendo Moritur", que viene a significar "Naciendo Morimos". En algunas ocasiones estos niños aparecen representados también acompañados de otros elementos como relojes de arena, recordatorio de la brevedad de la existencia, o pompas de jabón, símbolo de la fragilidad de la vida.

Este que nos ocupa se encuentra en la fachada del edificio plateresco más representativo en la arquitectura sevillana; sin duda, el Ayuntamiento. "Nascendo Moritur", grutescos, medallones, heráldica, frisos, pilastras, ..., ornamentos característicos de este estilo se superponen en este edificio.





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