Las hojas de la puerta, obra almohade del siglo XII, y recientemente restauradas, están construidas en madera revestida de chapa de bronce y van decoradas con lacerías (adorno formado por bandas entrelazadas con una forma geométrica concreta), atauriques (o arabescos; decoración vegetal muy estilizada, inspirada en el acanto clásico), e inscripciones cúficas con las leyendas: "El poder pertenece a Alá" y "La eternidad es de Alá". Los originales aldabones de bronce fundido y cincelados se conservan en el Museo de la Catedral; los que podemos ver en la Puerta del Perdón, que da acceso al Patio de los Naranjos, son unas copias.
Esta Puerta del Perdón es uno de los escasos restos almohades que perduran de la que fue Mezquita Mayor, construida en 1172 por orden del califa Abn Yacub Jusuf. En su cara exterior la puerta presenta una decoración de yeserías renacentistas realizadas por Bartolomé López en 1522, un relieve de la expulsión de los mercaderes del templo, y un grupo de la Anunciación y esculturas de San Pedro y San Pablo, obras de Miguel Florentín.
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