Ayer nos parábamos en la iglesia de San Pedro y hoy nos fijamos en esta figura que representa al santo. Está en otra portada, muy fotografiada. ¿Sabrían decirnos dónde?.
Este San Pedro está representado según la iconografía habitual: pelo y barba cortos, coronilla clareada dejándole sólo un mechón de cabello sobre la frente. Gesto iracundo. Y, lo más identificativo, las llaves (llave en este caso) del cielo en su mano derecha.
Aparece esta imagen junto a otras tres (San Pablo, el Arcángel San Gabriel y la Virgen María) en la puerta más antigua de la Catedral: La Puerta del Perdón.
Como decimos, esta puerta, en cierto modo, es la más antigua de la Catedral tanto en cuanto es una reforma de la antigua puerta almohade que daba paso al patio de las abluciones (hoy Patio de los Naranjos) de la mezquita. Entre 1519 y 1522 se comenzó la primera de las reformas que irá sufriendo a lo largo del tiempo, añadiéndole las yeserías del arco de herradura, el relieve y las estatuas. Posteriormente, entre 1578 y 1579, se llevó a cabo la espadaña y en noviembre de ese último año se colocaban la veleta y la cruz que van sobre el campanario.
Coronando el conjunto escultórico del que hablamos aparece el relieve que recrea la expulsión de los mercaderes del templo. Y todo el conjunto rematado por dos jarrones de azucenas y, en el centro, la Giralda.
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