lunes, 8 de febrero de 2016

RESPUESTA - 8 de febrero - PASEANDO POR SEVILLA

"Y como en Sevilla no hay obligado de la carne cada uno puede traer la que quisiere, y la que primero se mata, o es la mejor o la de más baja postura. Y con este concierto hay siempre mucha abundancia. Los dueños se encomiendan a esta buena gente que he dicho, no para que no les hurten (que esto es imposible) sino para que se moderen en las tajadas y socaliñas que hacen en las reses muertas, que las escamondan y podan como si fuesen sauces o parras. Pero ninguna cosa me admiraba más, ni me parecía peor que el ver que estos jiferos con la misma facilidad matan a un hombre que a una vaca; por quítame allá esa paja a dos por tres meten un cuchillo de cachas amarillas por la barriga de una persona como si acocotasen un toro. Por maravilla se pasa día sin pendencia y sin heridas, y a veces sin muertes. Todos se pican de valientes, y aun tienen sus puntas de rufianes. No hay ninguno que no tenga su ángel de guarda en la plaza de San Francisco, granjeado con lomos y lenguas de vaca".

Es éste un fragmento de "El coloquio de Cipión y Berganza" donde se nombra la "Plaza de San Francisco", tal y como se indica en el azulejo que buscábamos. La cuestión era situarlo exactamente en la plaza. Para ello sólo tienen que cruzar el "Arquillo" del Ayuntamiento; en su interior lo pueden encontrar.

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