Bartolomé Esteban Murillo nace en Sevilla, debió de ser en los últimos días de 1617, ya que la fecha que consta es la de su bautizo el 1 de enero de 1618. Fue en la desaparecida iglesia de la Magdalena (allí donde también se enterró Martínez Montañés), y de la que aún se conserva la pila bautismal, hoy en la actual iglesia parroquial de la Magdalena.
Ingresó en la Hermandad del Rosario de la Magdalena y también perteneció al Gremio de Pintores de San Lucas. En su viaje a Madrid, en 1568, donde permaneció dos años, conoció a Diego Velázquez.
Murillo fue un hombre de gran devoción y una religiosidad acorde con la ideología de la Contrarreforma. Su estilo presenta un claro dominio del dibujo, la luz, el color y la composición. Aunque realizó algunos retratos su fama la adquiere con sus obras de tema religioso y las que representan la picaresca infantil de la época. Son significativas sus Inmaculadas, en el Museo de Sevilla y en el Museo del Prado, en las que representa a la Virgen como una mujer joven , de gran belleza, vestida de blanco y azul, dirigiendo su mirada al cielo, rodeada de ángeles y nubes y pisando una serpiente o una media luna.
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