"Lo que se ha de hacer -respondió Monipodio-
es que todos se vayan a sus puestos, y nadie se mude hasta el domingo,
que nos juntaremos en este mismo lugar y se repartirá todo lo que
hubiere caído, sin agraviar a nadie. A Rinconete el Bueno y a Cortadillo
se les da por distrito, hasta el domingo, desde la Torre del Oro, por defuera
de la ciudad, hasta el postigo del Alcázar, donde se puede
trabajar a sentadillas con sus flores; que yo he visto a otros, de menos
habilidad que ellos, salir cada día con más de veinte reales
en menudos, amén de la plata, con una baraja sola, y ésa
con cuatro naipes menos. Este districto os enseñará Ganchoso;
y, aunque os estendáis hasta San Sebastián y San Telmo, importa
poco, puesto que es justicia mera mista que nadie se entre en pertenencia
de nadie".
En la Avenida de la Constitución, frente al antiguo Teatro Coliseo, junto a la Oficina de Información y Turismo, encontrarán un arco, o postigo, que conecta con la calle Miguel Mañara; es éste el Postigo de Abd-el-Aziz, o Arco de la Victoria. Allí mismo, junto al arco, pueden ver los azulejos que buscábamos.