Obras imprescindibles del período regionalista en Sevilla son tres: la Basílica de la Milagrosa, de la que sólo su llegó a construir los cimientos, junto al Palacio de la Buhaira; la Iglesia de la Inmaculada Concepción en el barrio de Nervión; y la que buscamos, la inconclusa Iglesia del Corpus Christi, en la avenida de la Palmera.
La iglesia no llegó a terminarse aunque sigue siendo sumamente monumental. Inaugurada en 1933 es obra de Vicente Traver, quien acostumbraba a tener el barroco como estilo predominante. Sin embargo, su actual estilo está más próximo a cánones clásicos con amplios frontones, planta de crucero y una gran cúpula central con tambor de planta octogonal y 14 metros de diámetro.
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