La Glorieta de la Virgen de los Reyes se encuentra en lo más íntimo del Parque de María Luisa, en las traseras del Museo Arqueológico. Es, quizás por su recóndita localización o por el estado ruinoso en que se encontraba, por lo que sólo la visitaban los patinadores que iban a la pista que tienen delante.
Construída con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929, la glorieta tiene forma de semicírculo y estaba construída en ladrillo. Diseñada por Aníbal González tenía una fuente de las más importantes realizada para la exposición. Contaba con tres hornacinas: en la central aparecía una imagen de la Virgen de los Reyes; a los lados, San Fernando, San Leandro y San Isidoro, y Santas Justa y Rufina con la Giralda. El conjunto se remataba con una crestación plateresca similar a la del Museo Arqueológico.
Como curiosidad, estos terrenos habían servido de "terreno de juego del Sevilla Balompié", a principios del siglo XX. Ahora, de nuevo, se construye una nueva glorieta dedicada a la Patrona de Sevilla, eso sí, con una calidad artística bastante inferior a la original.
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